lunes, 14 de noviembre de 2011

Describan cómo encaja el etnodesarrollo en el proyecto político de las comunidades afrocolombianas
Partamos de entender que es el etnodesarrollo, este el ejercicio de la capacidad social de un pueblo para construir su futuro aprovechado para ello las experiencias de sus enseñanzas históricas y los recursos reales y potenciales de su cultura de acuerdo con un proyecto que se defina según sus propios valores y aspiraciones entonces este proceso exige el cumplimiento de un cierto número de condiciones y requisitos de diversas índoles. La creación de condiciones para el etnodesarrollo en término de organización social, político y jurídico, exige la capacitación de cuadros procedentes del propio grupo.
Este es un proceso complejo porque la estructura de dominación y etnocentrismo occidental han impuesto como la forma superior de capacitación, aquella que logra en última instancia la transformación de los individuos capacitados en repetidores de estas ideas, valores, modelos del sector dominante. El etnodesarrollo requiere de tipos de cuadros que nos descolonicen de la cultura occidental y nos inserten en la propia. Esto requiere de programas imaginativos donde la participación de los grupos étnicos sea real y constante, programas que no acepte mecánicamente y sin crítica las normas y procedimiento, que coincidan el conocimiento y la experiencia de la cultura propia como un recurso fundamental a desarrollar y no como un obstáculo a vencer.
La legitimación de los grupos étnico como unidades político administrativas diferenciadas se traduce necesariamente en el reconocimiento jurídico de sus formas internas hace referencia al gobierno local, al trabajo productivo, a la vida comunal y familiar y a los ámbitos de expresión simbólica.

Abordar el tema de etnodesarrollo, en el ámbito de la crisis del modelo económico global, es dar sentido a los diferentes procesos y prácticas de desarrollo integral de los seres humanos.
A comienzos de este siglo, hubo una crisis en el pensamiento económico convencional, a raíz de la aplicación de los diferentes modelos económicos que orientaron el desarrollo de las últimas décadas del siglo XX. De ahí que algunos países hayan seguido la teoría de la liberalización, estabilización y privatización, cuyos planteamientos afectaron la realidad en diferentes regiones, entre ellas, Latinoamérica y el Caribe. De hecho, este es el caso de Colombia, donde, actualmente, se presenta una polarización social como efecto de la implementación del modelo neoliberal, el cual tiene diferentes fallas. La que más se destaca es que todos los pueblos e individuos constituyen una única familia humana, rica en su diversidad, han contribuido al progreso de las civilizaciones y culturas que constituyen el patrimonio común de la humanidad, La preservación y el fomento de la tolerancia, el pluralismo y el respeto de la diversidad pueden producir sociedades más abiertas.
Así pues, surgen nuevos referentes que permiten superar los enfoques reduccionistas y buscar perspectivas integradoras a través de variables múltiples. Uno de ellos es Stiglitz (1998) quien argumentó que “solo se ve el desarrollo como un problema técnico que requiere soluciones técnicas”. Y propuso un enfoque multinivel en el cual se armonizan el desarrollo del sector privado y público y el desarrollo comunitario, familiar y de la persona. En Colombia, surgen otros conceptos entre los cuales se destaca el de Vargas (1995), quien precisa que el desarrollo está relacionado con “los procesos económicos, políticos, culturales y organizativos, los cuales apuntan a posibilitar la satisfacción de las necesidades sociales, dentro de las especificidades de las diferentes sociedades”. Por lo tanto, es necesario analizarlo, identificando, primero, las posibilidades, potencialidades y necesidades de cada realidad específica; desde una perspectiva global, nacional y regional, sobre todo, en un país con una diversidad étnica y cultural como el nuestro.
“El desarrollo consiste en transformar las sociedades, mejorar las vidas de los pobres, permitir que todos tengan la oportunidad de salir adelante y acceder a la salud y la educación”. Joseph Stiglitz. El Malestar de la Globalización 2002 
Las políticas públicas, en la mayoría de los casos, se orientan a poblaciones específicas: género, grupos de edad, étnicos, regionales. Cuando son poblacionales, buscan crear condiciones para que los ciudadanos y ciudadanas participen en la vida social, económica, cultural, ambiental y democrática, y en la construcción de un proyecto colectivo de país.
La Constitución de 1991, en su artículo 7, establece: “El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la nación colombiana”. Asimismo, en el artículo 13, señala: 
“todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica”. Sustentado en el marco constitucional, se expide la Ley 70 de 1993, la cual, en el artículo 47, precisa: “el Estado adoptará medidas para garantizarles a las comunidades negras de que trata esta ley el derecho a desarrollarse económica y socialmente atendiendo los elementos de su cultura autónoma”.
Como se puede observar en las anteriores leyes, el Estado, con el propósito de reglamentar la norma constitucional y la ley, ha desarrollado normas y jurisprudencia para el reconocimiento de los derechos territoriales, culturales, políticos y sociales. De igual forma, ha posibilitado, de alguna manera, espacios de articulación y participación de los diferentes actores sociales en el establecimiento de políticas públicas incluyentes para la población negra, afrocolombiana, palenquera y raizal. el Movimiento Social Afrocolombiano ha incidido, para que en los últimos años el Estado Colombiano establezca en su agenda lineamientos de política pública con enfoque diferenciado.

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